Alojamiento super céntrico, a pocos metros de la catedral. Habitación sencilla, mobiliario ajustado al tamaño reducido de la habitación. Camas muy cómodas y baño pequeño pero bien organizado y funcional. A destacar que las ventanas tenían tan buena calidad que no se escuchaba ningún sonido del exterior.
Por poner un pero sería que nuestra habitación estaba situada en el cuarto piso y el ascensor estuvo fuera de servicio durante nuestra estancia.